En líneas generales, los talleres se conocen por ser lugares donde se realizan a diario actividades que implican el uso de herramientas y maquinarias. Pero además, también es un lugar en donde podemos encontrar un elevado nivel de ruido, polvo y en donde se presentan en mayor medida diversos riesgos a nivel eléctrico. En consecuencia, todo se conjuga para que normalmente puedan presentarse un nivel de riesgo bastante elevado para la salud.
Ante la referencia anterior, se podría señalar que los principales factores de riesgo dentro de un laboratorio se pueden clasificar de la siguiente forma:
Peligros que se presentan con bastante frecuencia
- Choques contra objetos inmóviles.
- Golpes/cortes por objetos o herramientas.
- Proyección de fragmentos o partículas.
- Sobreesfuerzos.
- Contactos eléctricos directos.
- Contactos eléctricos indirectos.
- Exposición a contaminantes químicos (vapores orgánicos, partículas disolventes …).
- Ruido.
- Carga física (esfuerzos).
Peligros que se hacen presentes con menos frecuencia
- Caídas de personas que se encuentran al mismo nivel.
- Caída de objetos que se manipulan.
- Pisadas sobre objetos.
- Contactos con sustancias cáusticas.
- Incendios.
- Exposición a contaminantes químicos (gases, fibras, humos de
- soldaduras, entre otros).
Peligros cuya ocurrencia es esporádica
- Caídas de objetos por desplome.
- Caídas por objetos desprendidos.
- Explosiones.
- Exposición a radiaciones.
Adicionalmente, uno de los principales riesgos que se estima pueden llegar a presentarse en un taller es el empleo de herramientas y máquinas-herramientas, lo que se puede clasificar de la siguiente manera:
Herramientas manuales: La manipulación de diversos tipos de herramientas manuales que son de uso común como martillos, destornilladores, alicates, tenazas y llaves diversas, aspecto que viene a constituir una práctica habitual dentro de un taller.
Para quien se encuentra poco familiarizado con estas herramientas podría parecer a primera vista que son poco peligrosas, al momento en que se usan de manera inadecuada podría provocar lesiones (heridas y contusiones, principalmente) que de forma ocasional pueden revestir cierta gravedad. Tomando en consideración que las causas que tienden a provocar dichos accidentes suelen ser bastante diversas, a continuación pueden ser citadas como más significativas las siguientes:
- Calidad deficiente de las herramientas.
- Uso inadecuado para el trabajo que se realiza con ellas.
- Falta de experiencia en lo que respecta a su manejo por parte del usuario.
- Un mantenimiento inadecuado, así como transporte y emplazamiento incorrectos.
Algunos consejos que llegan a ser importantes
Una vez que tenemos en claro todas las anteriores consideraciones, las recomendaciones generales que pueden ser objeto de nuestra atención a fin de realizar un correcto uso de tales herramientas, y con el fin de evitar los variados accidentes que pueden originar, serán las siguientes:
- Tratar de conservar las herramientas en las mejores condiciones de uso.
- Utilizar las herramientas que son adecuadas para cada tipo de trabajo que nos dispongamos a realizar.
- Contar con un entrenamiento que sea apropiado para los usuarios en lo que respecta al manejo de dichos elementos de trabajo.
- Realizar un transporte que sea el adecuado y el más seguro, a fin de proteger los filos y puntas, pero además tratando de mantenerlas ordenadas, limpias y en muy buen estado, en un lugar que se haya destinado para tal fin.